Sólo en 2015 se crearon en España más de 2.500 'startups', según Startupxplore. Entre estos proyectos que comienzan a ver la luz, se encuentran ideas disruptivas que pretender dar respuestas a nuevas necesidades en ámbitos como el de la alimentación, la salud, los nuevos medios de comunicación, las finanzas, la moda, la energía, la educación o los viajes. ¿Cómo son estas startups? ¿Qué ofrecen? ¿Cómo son los emprendedores que las respaldan? ¿Crean tejido empresarial?

Sólo en 2015 se crearon en España más de 2.500 'startups'

Para dar respuesta a estas preguntas, Spain Startup ha presentado en Madrid el estudio Mapa del emprendimiento 2016. Para la elaboración del informe se han tenido en cuenta una muestra de más de 1.500 proyectos de los más de 3.160 presentados a la Startup Competition, la cifra más alta alcanzada en todas las ediciones, de los que un 61% proceden de España, un 20% de Latinoamérica, un 11% de Europa y un 8% de otros países.

Tras comparar los datos de los proyectos, una de las principales conclusiones es que el emprendimiento en España se fortalece como generador de empleo. Un 51% de los emprendedores ya había montado antes un proyecto profesional y un 5% ha creado más de cinco a lo largo de toda su trayectoria. Además, ha aumentado el número de empleados en las startups españolas y un 21% cuentan ya con una plantilla de 5 a 10 empleados (un 5% más que en 2015).

De hecho, la apuesta por el emprendimiento se afianza en España como una opción laboral meditada, no fruto de una necesidad: sólo un 1% de los emprendedores estaba antes en situación de desempleo y un 56% trabajaba previamente por cuenta ajena. Asimismo, según los datos analizados, el principal motivo para poner en marcha un proyecto no es otro que haber visto una oportunidad real de negocio, según lo afirman 8 de cada 10 emprendedores.

En paralelo, los emprendedores son cada vez más ambiciosos. En este sentido, se ha triplicado la cantidad de empresas que esperan facturar a cierre de este año entre 150.000 y 500.000 euros, frente al 5% que consiguió alcanzar esta cifra en 2015. En España la mitad de las startups existentes están relacionadas con el sector servicios, mientras que en Europa el rey es el software.

la apuesta por el emprendimiento se afianza en España como una opción laboral meditada

Para poner en marcha estos proyectos, más de la mitad de los emprendedores recurren a sus propios recursos, por lo que no es de extrañar que la financiación siga siendo el principal reto al que se enfrentan. No obstante, en España el modelo de financiación de las startups se profesionaliza y un 19% de los recursos proceden ya de fondos privados, créditos bancarios y crowdfunding.

Pero no es el único objetivo que persiguen los emprendedores, 7 de cada 10 están preocupados por generar visibilidad para su proyecto, conseguir socios estratégicos o nuevos clientes y un 40% está también interesado en atraer talento.

Estas nuevas inquietudes demuestran, según María Benjumea, fundadora de Spain Startup-South Summit, que "la mentalidad del emprendedor español va poco a poco cambiando y ya no sólo busca capital. El creciente interés de empresas y corporaciones líderes por atraer nuevas ideas, obliga a los emprendedores a luchar por darse a conocer, encontrar partners estratégicos o contar con profesionales de calidad en sus equipos".

Retrato robot del emprendedor

En España, quienes se deciden a crear una startup son hombres de 34 años y con formación universitaria (97%), en concreto ingenieros en un 45% de los casos. Mientras que la mujer representa tan sólo un 17% de los proyectos presentados, el mismo porcentaje que el año pasado. Ellas deciden apostar por su propia idea con el fin de tener un cambio de rumbo en su trayectoria profesional en un 23% de los casos, frente a un 15% de los hombres.

De emprendedor a empresario

Pero, ¿existe una oportunidad en España para fortalecer la transición de emprendedor a empresario? Si atendemos al nivel de desarrollo, la mitad de estos proyectos tiene entre uno y tres años y sólo un 17% de las iniciativas españolas ya han alcanzado la fase 'growth'.

El Gobierno juega aquí un papel fundamental al ser responsable, en opinión de los emprendedores, de poner en marcha algunos cambios en el ámbito de la regulación para facilitar el proceso de desarrollo de una nueva idea. Para un 73%, la principal mejora consiste en reducir las tasas e impuestos exigidas a las startups y 7 de cada 10 también ve necesario facilitar el acceso a fondos económicos. Además, un 41% exige beneficios fiscales y flexibilidad en la contratación.