El día 31 finaliza el último contrato trimestral de Luis Bachiller y con el ambiente de recortes temen pasar del quirófano a la cola del paro. La precariedad en la Sanidad pública empujó también a Luis Garcés, médico rehabilitador a tener que trabajar hasta en tres centros privados.
Es prácticamente un autónomo de la sanidad y trabajar de esta forma, además de mantenerle en una total incertidumbre, tampoco favorece que pueda seguir formándose.
Matilde es especialista en microbilogía y, tras terminar su residencia, trabajó como investigadora, pero siempre con la amenaza del paro sobre su cabeza. Un día entendió que su futuro pasaba por realizar una segunda especialidad.