Menos pisos y más caros. Así está ahora mismo el mercado del alquiler, sobre todo, en las grandes ciudades donde cada vez hay más viviendas que se dedican a arrendamientos compartidos, vacacionales o por semanas.

Los escaparates de inmobiliarias este lunes en Valencia no tenían prácticamente nada de alquiler. Los vecinos de la ciudad señalan que la situación es "difícil" tanto para "uno como para una familia" y que los pisos "vuelan y no llegan ni a publicitarlos". Mientras en Madrid lo que sale ya está alquilado o es inasumible.

Para vivir esto es lo que hay: una casa con un dormitorio por 900 euros al mes. Y cuando los pisos son de más de una habitación, los propietarios prefieren trocearlos y ponerlos en alquiler compartido porque sus ingresos son mayores, y los inquilinos pueden permitírselo.

Crece la opción también de sacar la vivienda del alquiler tradicional, al de temporada: contratos de hasta 11 meses que no están sujetos a limitaciones de precio. Por último, está el alquiler vacacional, que también capta mayores ingresos. El resultado, según Idealista, es que mientras en España la oferta se reduce un 5% en un año, en Madrid, Barcelona y Valencia cae mucho más, complicando la búsqueda.

Los precios han subido en Madrid y Barcelona más de un 10% en el último año, y en Valencia la subida llega hasta el 21%. Por eso, se prefiere la compra, que según Fotocasa, uno de cada cinco inquilinos tiene previsto comprar vivienda de aquí a cinco años.