A coro, cantan "NO" la privatización de la Sanidad madrileña. La marea blanca ha vuelto a la calle tras la tregua de Nochebuena y Navidad. Se cumple justo un mes desde su primera huelga. Muchos ya reconocen que no esperaban que durase tanto: "Pensábamos que nos iban a escuchar, pero...", "Después de las dos primeras semanas, pensábamos que la Consejería iba a darse cuenta de que esto no podía seguir así".

El presidente Ignacio González hace oídos sordos y sigue en sus trece. Acusa al personal sanitario de usar a los pacientes para conseguir sus reivindicaciones: "Que no se juegue con la salud y la atención a los ciudadanos. No es aceptable que se hayan suspendido 4.000 operaciones, que se hayan eliminado y retrasado más de 30.000 pruebas diagnósticas"

El líder de los socialistas madrileños se ha reunido con los sindicatos de la Sanidad, a quienes les ha mostrado su apoyo: "Lo único que persigue el PP es hacer negocio". Y exige al presidente regional que retire los presupuestos antes de la votación en la Asamblea, donde se aprobará la Ley que permitirá la privatizacion de la gestion de 6 hospitales públicos y 27 centros de salud. Y a solo unas horas, la ministra de Sanidad se mantiene al margen sobre el conflicto.

AMPLIO APOYO CIUDADANO

Lejos de pensar que se juega con su salud, como ha declarado Ignacio González, la mayoría de los pacientes creen que los trabajadores de la sanidad están defendiéndola. Manifestaciones, encierros y paros totales en ambulatorios y hospitales que han provocado anulación de citas y de operaciones quirúrgicas. Pero los afectados siguen demostrando absoluta solidaridad con los trabajadores en huelga.

Ana se lesionó el pie el 20 de diciembre, día en que la Sanidad madrileña estaba en huelga. Desde entonces, además de su escayola, siempre le acompaña una buena dosis de empatía y comprensión. Como ella, los de Madrid son pacientes con paciencia. Los médicos también sienten la solidaridad ciudadana. Carmen lleva desde las 7 de la mañana en urgencias con su padre. No comparte la huelga. Pero Carmen y su familia mantienen la calma.  porque dice que los médicos defienden algo que también la pertenece.

Llevamos semanas viendo a los pacientes sufrir los paros sanitarios, pero a la vez firmando contra la privatización y apoyando una causa que no es la de los médicos, ni la de los enfermeros o anestesitas, es la de todos.