España lleva casi dos años con problemas de inflación. Fue en julio de 2022 cuando los precios a nivel general tocaron techo subiendo un 10,8%. Pese a ello, el IPC de los alimentos ha seguido creciendo todavía más hasta hace justo un año, cuando escalaron hasta el 16,6%.

La inflación general del pasado mes de enero se ha situado en el 3,4%, según el dato definitivo del Índice de Precios al Consumo (IPC) que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Actualmente, aunque la inflación está mucho más controlada, los precios en el supermercado todavía siguen subiendo mucho. En tan solo el último año la compra se ha encarecido un 7,4%.

Aún así, el economista Gonzalo Bernardos ha defendido que nos encontramos "en una buena disposición". Bernardos ha asegurado en Más Vale Tarde que "si yo miro la inmensa mayoría de los productos de la cesta de la compra, veo que la inflación es bastante inferior a la del año pasado". Sin embargo, destaca las excepciones de "la electricidad, las frutas, los paquetes turísticos y, sobre todo, el aceite de oliva".

"Es muy probable que en febrero el IPC baje del 3%", predice el economista, que señala el "efecto comparación": "El año pasado subió el 0,9 y este año dudo que se acerque a esa cifra".

La inflación baja en el último año

El dato del IPC revela que los precios de los alimentos aún se mantienen elevados. Si bien, según destacan desde el Ministerio de Economía, la inflación se ha reducido más de la mitad en el último año, desde el máximo de 16,6% alcanzado en febrero del pasado año.

Desde enero de este año, el tipo de IVA sobre todos los componentes de la factura de electricidad ha pasado del 5% al 10%. Por el contrario, en enero bajaron los precios de los carburantes que habían subido en el mismo mes de 2023.

Sin embargo, el dato de la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía, baja hasta el 3,6%, dos décimas menos que en el mes anterior. Se trata de la menor tasa de subyacente en casi dos años, desde marzo de 2022.