Lo advierten ya el Banco de España y el Banco Central Europeo. La razón de que la inflación siga alta tiene más que ver con los beneficios de las empresas que con los salarios de los trabajadores.
"El aumento de los márgenes de las compañías ha tenido un papel", dijo la gobernadora del BCE, Christine Lagarde, desde la sede del organismo en Fráncfort (Alemania).
Gracias a la inflación las grandes compañías casi han duplicado sus beneficios, de acuerdo con datos del Banco de España. Y las medianas los mejoraron casi un 30%. Sin embargo, los salarios apenas han subido un 3%.
Los expertos ya empiezan a hablar de la espiral precios-beneficios: "Los costes de las materias primas los han repercutido en los costes finales. Y los mayores beneficios han generado que esta espiral no pare", explica el profesor de Economía en Deusto Business School Massimo Carmelli.
Las grandes ganadoras son las compañías energéticas, que se embolsaron casi 13.000 millones de euros en beneficios conjuntos el año pasado. Mientras, casi una de cada dos pequeñas empresas aseguran haber perdido con la inflación.
Como respuesta, desde el BCE apuestan por "un reparto equitativo de la carga", en palabras de Lagarde. Es decir, un pacto de rentas: que las empresas sacrifiquen parte de sus beneficios y los trabajadores, parte de sus salarios. Algo que ya había requerido el Banco de España y que requieren algunos economistas. "Cuando conforme a los beneficios se actualicen los salarios, eso es sano. No genera inflación", dice Carmelli.