La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo este lunes que el emisor de la eurozona "está listo para responder como sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en el área del euro" tras la crisis bancaria en EEUU que afecta a Europa.
"Estamos vigilando de cerca los eventos en el mercado y estamos listos para responder como sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en el área del euro. El sector bancario de la eurozona es resiliente, con fuertes posiciones de capital y liquidez", afirmó en un debate con la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
Añadió que, en cualquier caso, el BCE está "totalmente equipado para proporcionar apoyo en forma de liquidez al sistema financiero de la eurozona si es necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria" del emisor.
Lagarde incidió así en el mensaje de tranquilidad lanzado la semana pasada por el emisor tras la quiebra del Sillicon Valley Bank (SVB) y otras entidades financieras estadounidenses, que provocaron una caída de las cotizaciones de los bancos europeos y agravaron las dificultades del suizo Credit Suisse, que será adquirido por UBS con el aval del Ejecutivo y el banco central helvético tras un acuerdo sellado este fin de semana.
La presidenta del BCE saludó la "rápida acción y decisiones" tomadas por las autoridades suizas que, consideró, "fueron instrumentales para restaurar unas condiciones de mercado ordenadas y asegurar la estabilidad financiera".
Pide quitar las ayudas por la crisis energética
Lagarde enfatizó de nuevo que es el momento de que los gobiernos retiren las ayudas universales que desplegaron por la crisis energética y advirtió de que, en caso contrario, la institución que preside tendrá que seguir endureciendo su política monetaria.
"En ausencia de alguna recalibración, las dos políticas, monetaria y fiscal, estarían trabajando para objetivos contrarios y nos pone en el riesgo de tener que endurecer más nuestra política monetaria en adelante", señaló ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
La francesa subrayó que el BCE ha indicado "muy claramente" en los últimos dos meses que "ahora es el momento para retirar" las ayudas que los Estados miembros han desplegado para "apoyar a la población de manera general contra el impacto de la crisis energética".
El BCE y otras instituciones, como la Comisión Europea, llevan meses pidiendo a los gobiernos que rediseñen las medidas que han puesto en marcha para que, en lugar de ser universales, sean "temporales, focalizadas y ajustadas" a los colectivos más vulnerables.
La inflación, la primera herramienta para "fijar la posición" del BCE
En materia de política monetaria, objeto del debate parlamentario, Lagarde recordó que el BCE prevé que la inflación "siga demasiado alta durante demasiado tiempo" por lo que el Consejo de Gobierno de la institución decidió aumentar otros 50 puntos básicos los tipos de interés la semana pasada, hasta el 3,5 %.
"El elevado nivel de incertidumbre" actual, añadió, refuerza la importancia del enfoque adoptado por el BCE para tomar sus futuras decisiones sobre tipos de interés "dependiendo de los datos" que vayan conociéndose sobre las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la transmisión de la política monetaria.
"Los tipos de inflación seguirán siendo nuestra primera herramienta para fijar la posición de política monetaria", dijo Lagarde. La presidenta del BCE señaló, no obstante, que las recientes "tensiones (en los mercados financieros) implican una incertidumbre adicional" en torno a sus proyecciones de inflación y crecimiento.
Las últimas, emitidas antes de que surgiesen estas tensiones, revisaron al alza el crecimiento del PIB en la eurozona, hasta el 1% este año, y el 1,6% tanto en 2024 como en 2025; mientras que revisaron a la baja las previsiones de inflación hasta el 5,3% este año, el 2,9 % el próximo y el 2,1 % en 2025.