Según ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Industria, José Manuel Soria, aunque la aplicación es desde el 1 de abril habrá un periodo transitorio de 3 meses, hasta el 1 de julio, para que las eléctricas empiecen a facturar con el nuevo sistema. Según Soria, el nuevo sistema tiene varias ventajas. La primera, pagar solamente el precio del mercado evitando el sobrecoste de las coberturas que tenían las subastas vigentes hasta finales del año pasado, las denominadas Cesur.
"Supone un claro ahorro para todos los consumidores", ha señalado Soria, que ha cifrado en 1.671 millones el coste de estas coberturas de las subastas en los últimos cinco años. Junto a esta ventaja, Soria ha señalado que el consumidor tendrá señales de precio, habrá más competencia y el usuario tendrá más capacidad de elección dadas las diferentes modalidades de tarifa que se podrán elegir.
El nuevo modelo vincula el componente energético, que supone alrededor de la mitad del recibo, directamente al mercado mayorista tras anularse a finales del año pasado la última subasta Cesur por concurrir "circunstancias atípicas" y que arrojó un incremento del coste de la energía del 25,6%.
Durante el primer trimestre del año, y a la espera de la entrada en vigor de este nuevo mecanismo, ha estado vigente un precio de la energía, 48 euros el megavatio a partir del que se ha facturado a los consumidores, una facturación que ahora deberá ajustarse a la evolución real del mercado mayorista en este trimestre. Con esta diferencia, y según Soria, las eléctricas deberán refacturar y devolver la diferencia que ronda los 300 millones.
Votos en contra de PSOE y Sumar
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