Hagan memoria y recuerden la última vez que compraron un cd o un vinilo. A algunos les costará porque en 2003 se vendían casi 500 millones de euros en soportes físicos. El año pasado apenas 141 millones. Un descenso del 71%. Lo que ya obligó a muchos a cambiar su forma de trabajar. "El disco me lo produzco yo con mi hijo", explica Raimundo Amador.

Eso sí, sube la venta de música digital, pero dice el sector que los 48 millones que aporta al año no son suficientes para compensar las pérdidas en España, el séptimo país de Europa en consumo de música, por detrás de naciones más pequeñas como Suecia, con sólo nueve millones de habitantes.

El negocio, por tanto, está fuera. Japón, por ejemplo, supone, él solito, un tercio del negocio mundial. De ahí que algunos de los nuestros hayan probado suerte.

Y ya nos confesaba Fito en plena crisis que para los músicos, la clave estaba en los conciertos.

Sube la redaucación casi un 50% en la última década. Lo que supone casi el 60% del negocio de la música en España. Eso sí, siempre que hablemos de conciertos privados, porque desde hace diez años. Los Ayuntamientos han reducido una cuarta parte las actuaciones musicales.