La Comisión Europea dejará que los Gobiernos de la Unión Europea den ayudas públicas a empresas privadas de tecnología verde para evitar así que se vayan a Estados Unidos. Se permitirá igualar las subvenciones del Gobierno de Joe Biden. La intención es impulsar la industria limpia en Europa y evitar las deslocalizaciones como consecuencia de los subsidios verdes multimillonarios de Washington.

Sin embargo, Bruselas limita estas ayudas a una serie de productos que considera vitales para avanzar en la transición hacia una economía descarbonizada, como baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor o electrolizadores, así como a la obtención de las materias primas fundamentales conexas necesarias para la producción de los equipos correspondientes, según informó la Bruselas en un comunicado.

En concreto, hasta el 31 de diciembre de 2025, los Estados miembros podrán asignar ayudas públicas a empresas "en casos excepcionales" si existe "riesgo real" de que las firmas reorienten sus inversiones fuera de Europa en busca de condiciones más ventajosas en terceros países.

"Salvaguardias"

En estos casos, los gobiernos del bloque podrán recurrir a la opción más barata entre dos posibilidades: conceder ayuda de una cantidad "equivalente" a la que la empresa pueda recibir en una "ubicación alternativa" u otorgar el montante "necesario para incentivar a la compañía a ubicarse dentro del Espacio Económico Europeo (EEE)".

Esta nueva herramienta, sin embargo, está sujeta a una serie de "salvaguardias", como por ejemplo que se trate de inversiones en territorios que puedan recibir fondos regionales o de inversiones transfronterizas que involucren al menos a tres Estados miembros y que una parte "significativa" de la misma tenga lugar en esas áreas "asistidas".