En la vista, además de los abogados de las partes, han declarado un representante de la Cámara de Comercio de Sevilla y otro de la empresa Limpiezas Gredos, las cuales compraron acciones de la entidad financiera en la salida a bolsa pero que por el importe invertido son considerados como minoristas.
Asimismo, lo han hecho dos peritos a petición de Bankia, que han señalado que el Banco de España, que "vivía en Bankia", supervisaba sus cuentas, y han recordado que aunque las cuentas de Bankia correspondientes al ejercicio 2011, año en el que salió a bolsa, fueron reformuladas, eso no afectaba a las del primer trimestre, que fueron las que se tuvieron en cuenta para redactar el folleto de la oferta.
Ambos han asegurado que la posterior reformulación de las cuentas obedeció al empeoramiento del contexto económico, algo que no pudo prever ni el Banco de España, ni el Ministerio de Economía ni el Fondo Monetario Internacional, por lo que en julio de 2011, cuando se produjo la salida a bolsa, las cuentas sí reflejaban la imagen real de Bankia.
Tanto el director financiero de la Cámara de Comercio de Sevilla, Pedro José Delgado Moreno, como el representante de Limpiezas Gredos, Gerardo Martínez Egido, han asegurado que compraron acciones de Bankia no obligados pero sí mediatizados por las "fuertes presiones" de la entidad, que en ambos casos condicionaba la operación a proseguir la colaboración.
En el caso de la Cámara de Comercio de Sevilla, a cambio de mantenerse como clientes del banco, algo que ha sido desmentido por el director de la zona comercial de Bankia en la provincia, Diego Rodríguez Ropero, que ha asegurado que fue la Cámara la que se dirigió a ellos para proponerles acudir a la oferta -adquirieron 250.000 euros- a cambio de un convenio por el que la entidad financiera se convirtiera en patrocinador.
Por lo que respecta a Limpiezas Gredos, que compró 50.000 euros, el entonces representante de Caja Segovia -una de las que posteriormente conformaron Bankia- Angel Solana, ha señalado que se le ofreció a la empresa acudir a la salida a bolsa del mismo modo que se hizo con el resto de clientes, y que no hubo necesidad de insistir.
Los dos peritos se han referido a un informe publicado hace dos semanas por el Banco de España, que señala que Bankia contaba en 2010 con las provisiones necesarias para hacer frente a los posibles deterioros de los ejercicios 2011 y 2012; según Cañibano, la clave fue el deterioro del contexto económico, ya que en el primer trimestre de 2011 "se decía que la crisis estaba remontando, pero luego se vio que no era así".
En mayo de 2012, cuando se reformulan las cuentas, no se trata de corregir errores en los balances, "que se hacen con estimaciones que luego se demostró que no eran correctas por el contexto", sino de modificar esas estimaciones.
A preguntas del abogado de la acusación, Cañibano ha dicho que la ayuda que posteriormente tuvo que recibir Bankia se debió sobre todo a su elevada exposición al sector inmobiliario, cuyo desplome tampoco se preveía en 2011, por lo que las valoraciones no podían haber sido distintas de las que fueron.
Manso, por su parte, ha indicado que, en banca, se valoran "derechos de cobro", pero nunca se sabe lo que se va a cobrar. También se ha referido a los dos reales decretos aprobados por el Gobierno en 2012, que fueron los que obligaron a Bankia a modificar el cálculo de las provisiones necesarias para hacer frente a sus activos tóxicos y, por consiguiente, a reformular sus cuentas.
El abogado de la acusación y director del bufete Rosales José Plaza, promotor de la demanda, ha solicitado que se devuelva a los demandados el 100% de lo invertido más los intereses, y que Baniia se haga cargo de las costas, en tanto que los de la defensa han solicitado el sobreseimiento de la causa.
La demanda ha incluido también a BFA, matriz de Bankia, y su abogado ha indicado que BFA es completamente ajena a la venta de acciones de Bankia y no suscribió ninguno de los contratos, por lo que ha pedido también el sobreseimiento.
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