Después de la Fórmula 1 o la organización del Mundial de Catar prohibiesen la participación de deportistas rusos y bielorrusos en sus disciplinas dada la guerra que acontece en Ucrania tras la invasión rusa, el conflicto bélico también ha tenido repercusión directa en el mundo del tenis.

Anteriormente sucedió con la Copa Davis, donde Rusia, vigente campeona, quedó excluida del torneo, y ahora ha sido Wimbledon quien ha vetado a los tenistas rusos y bielorrusos.

El ministro de deportes, Nigel Huddleston, afirmó hace semanas que los jugadores debían mostrar públicamente su rechazo a las actuaciones del Gobierno de Vladimir Putin para poder disputar el tercer Grand Slam del año, que se jugará del 7 de junio al 10 de julio. Y sus amenazas se han cumplido.

Tras el anuncio, el número 1 del mundo, Novak Djokovic, ha cargado contra la organización del torneo por el veto, explicando que los tenistas no tienen culpa del conflicto bélico.

"Siempre condenaré la guerra. Yo sé, como niño de la guerra, cuántos traumas emotivos deja, y que el pueblo es el que más sufre. En los Balcanes tuvimos muchas guerras en la historia reciente. No obstante, no puedo apoyar la decisión de Wimbledon porque los jugadores no tienen nada que ver con eso", señaló 'Nole' tras vencer a su compatriota Laslo Djere en el ATP 250 de Belgrado.

La prohibición impedirá jugar al número dos del mundo, Daniil Medvedev, además de a Andrey Rublev (8), Karen Khachanov (26) y Aslan Karatsev (30).

En el cuadro femenino tampoco estarán las rusas Anastasia Pavlyuchenkova (15) y Daria Kasatkina (26) y las bielorrusas Aryna Sabalenka (4)y Victoria Azarenka (18).

No es la primera vez que Wimbledon toma una decisión similar. Tras la Segunda Guerra Mundial, los tenistas alemanes y japoneses no pudieron participar en el histórico torneo.