Estremece leer el testimonio de Sean Strickland en 'The MMA Hour' hablando sobre su juventud, que estuvo marcada por su padre y su abuelo que le sumergieron en el mundo neonazi y en la conducta homicida.

El luchador de UFC asegura que se "arrepiente": "Pasé por una extraña fase neonazi y supremacista blanca cuando era más joven y me echaron de la escuela por crímenes de odio. Siempre estaba enfadado y tenía muchas influencias jodidas en mi vida, así que me sentía bien odiando algo. Caminaba por la calle con un cuchillo o una piedra con la esperanza matar a alguien".

"Estás en séptimo grado hablando de los nazis y ni siquiera sabes qué diablos significa eso. Pero lo escuchas de alguien a quien admiras y esa identidad me consumió. Luego te das cuenta de que cuando eres racista no avanzas en la vida", explica el séptimo clasificado en el ranking de UFC.

A pesar de sus pensamientos homicidas y su pasado neonazi, Sean Strickland no sigue ninguna terapia, por lo que algunas ideas aún vagan por su mente

"Me gusta cuando salgo de casa con la posibilidad de pensar que tal vez podría matar a alguien, me gusta. Una vez que termine con MMA, probablemente trabajaré en volver a cablear mi cerebro, tal vez encuentre más valor a la vida humana. Quizás tratando de conectar más con la gente, pero ahora mismo me gusta, joder, lo disfruto", dice.

De hecho, reconoce que llegó el momento en el que llegó a pensar en provocar ciertas peleas para actuar en defensa propia: "Hay ciertos momentos en mi vida en los que realmente traté de manipular la situación para poder matar a alguien, pero simplemente no ha funcionado. No salgo mucho de casa por esa razón".