Menudo sufrimiento fueron para Jorge Martín las últimas vueltas en Buddh. Los giros finales en el GP de la India. El madrileño, segundo en la prueba, apenas podía mantenerse de pie una vez se bajó de la moto tras una tremenda batalla contra Fabio Quartararo en una carrera que se sabía que iba a ser muy dura.

Porque eran 33 grados. Porque había un 61% de humedad. Porque Buddh no es precisamente la pista con menos contaminación del Mundial. En total, casi 40 grados de sensación térmica... y eso acaba pasando factura.

Necesarios eran los chalecos refrigerantes, algo que se está viendo cada vez más tanto en el motociclismo como en la F1. Pero, aun con ellos, qué mal lo pasó Martín.

Así explicó todo el piloto antes de subirse al podio: "No podía más. No podía ver... No tengo aire".

Fue una carrera complicadísima a nivel físico y de atención. Hasta tuvo que, en marcha, subirse la cremallera de su mono al abrírsele en la pelea por la segunda plaza.

En cuanto se bajó de la moto, como pudo, varios miembros de su equipo tuvieron que ayudarle. No podía ni tenerse en pie.

Los médicos, con Ángel Charte a la cabeza, tuvieron que atenderle por deshidratación.