Bloodhound, el coche supersónico que comenzó con dos objetivos, batir el récord de velocidad máxima de un coche terrestre y llegar a los 1600km/h, ya ha cumplido uno de ellos.

En el desierto de Kalahari lo volvían a poner a prueba y conseguían llegar a los 1000 kilómetros por hora en tan solo 48 segundos. El piloto, Andy Green, lo ha conseguido. Poniendo los motores a máxima potencia ha llegado a 1010km/h.

Solo los cazas son capaces de llegar a esta velocidad, de hecho, es Green quien consiguió llegar a los 1228km/h con uno. Aún queda mucho para llegar al objetivo de velocidad máxima, y cuando lo consigan, el piloto habrá batido su propio récord.