Marc Márquez volvió a conseguir un podio con Honda, quizás el último, durante la carrera sprint del Gran Premio de la Comunidad Valenciana, la última parada en el calendario de MotoGP. Y a pesar de los numerosos éxitos del '93', probablemente este haya sido el más emotivo.

El ocho veces campeón del mundo se ha mostrado muy veloz durante el fin de semana y ha acabado cosechando una tercera plaza en el que es su último gran premio con el equipo Repsol Honda, el único en el que ha estado en MotoGP, antes de poner rumbo al Gresini.

Y consciente de lo emotivo que es abandonar la que ha sido su casa durante las últimas once temporadas, el ilerdense confesó la emoción de todo su equipo tras conseguir el podio: "Era la mejor manera de agradecer al equipo el esfuerzo de estos años, a la gente que me ha permitido conseguir mis sueños. Me costó contener la emoción en el podio al verlos con los ojos vidriosos. Cuesta controlar todo esto. Está siendo un fin de semana intenso, pero ahora toca tranquilizarme de nuevo, porque mañana hay la carrera larga".

Una carrera larga en la que tendrá su última oportunidad de sumar un nuevo éxito con la fábrica japonesa, pero al mismo tiempo es consciente de la dificultad de lograrlo: "En la cronometrada se nos complicó un poco. Al salir el noveno se tiene que cuadrar todo, y esta vez se cuadró. Pero la carrera larga será un poco más difícil".

"Todo dependerá de la primera vuelta, de la salida, pero creo que lo optimista es pensar entre los cinco primeros. Intentaré darlo todo una vez más", concluyó.