Jorge Lorenzo ha comenzado los test en Portimao junto con el resto de probadores de las escuderías. El cinco veces campeón del mundo, desde que dejó su vida de piloto de MotoGP, se ha dedicado a viajar por el mundo y mostrar en sus redes sociales como disfruta de su tiempo libre.

En la rueda de prensa que ha organizado Dorna con los 'test riders' ha querido bromear sobre su nueva vida, devolviéndole el dardo a Paolo Ciabatti cuando aseguró que Lorenzo nunca volvería ya que está "disfrutando de la vida". "La verdad es que mi vida es mejor de lo que estoy mostrando en las redes sociales. Hablando en serio, estoy muy feliz de la vida que estoy llevando, es más o menos como me la imaginaba, con mucho tiempo libre, sobre todo con la capacidad de decidir lo que quiero hacer en cada momento. Aparte de ser probador, no he pensado en nada ahora mismo relacionado con las carreras", ha asegurado el balear.

Debido a la crisis del coronavirus, Lorenzo lleva desde enero sin subirse a una moto: "Estoy muy emocionado de volver de nuevo, de pilotar la Yamaha M1 porque han pasado como nueve meses, casi un año sin pilotar. Nunca había pasado tanto tiempo sin hacerlo". Además está muy contento con su rol de probador: "Ahora trabajas en beneficio de la fábrica, no por intereses egoístas. Yo no tengo mucha experiencia en esto, pero me gusta. No hay un trabajo perfecto, pero como amante de las motos, es lo más cercano a él, no tienes la presión de antes. Ahora trabajo 15-16 días al año, aunque este año menos, puedes disfrutar la vida. Como persona competitiva, echas de menos el sentimiento de ganar, de celebrarlo con tu equipo, pero es lo mejor en este periodo de mi vida".

Tal vez no compita contra otro piloto, pero lo hace contra algo mucho más complicado, el propio tiempo. "Aún puedo competir contra el cronómetro, ahora es mi rival, no puedo ganar ningún trofeo. Lo más bonito como piloto es ganar títulos o carreras, pero también lo más bonito es pilotar una MotoGP. No puedes tener todo", asegura Lorenzo.

Demasiado tiempo fuera del terreno, por lo que sabe que va a ser difícil volver a sentirse cómodo. "Seguro que será bastante complicado adaptarme de nuevo a estas motos. Pero tenemos dos días en una pista nueva, esto también es muy importante porque no solo es un circuito nuevo, también es una pista muy especial, con muchas subidas y bajadas. Así que va a ser importante no cometer errores estúpidos al principio, intentar hacer kilómetros y tratar de dar la máxima información a Yamaha para los pilotos oficiales cuando vengan aquí para la carrera", explica el pentacampeón.

Lo que sorprende es que Yamaha haya enviado la moto de la temporada pasada, no con la que compiten Rossi y Viñales este año. La M1 2019 ya no se usa, pero Jorge no ha querido entrar en debates: "No lo sé, es una pregunta que tienes que hacer a ellos". ¿Estarán desaprovechando a Lorenzo? Él está convencido de que no es así: "No lo creo, quiero creer, y realmente creo, que ellos intentaron lo máximo, que pudieron hacer los máximos test posibles, pero las circunstancias con la COVID, por distintos motivos, impidieron que esto pasara".

Tanto con la M1 nueva o con la de la temporada pasada, Lorenzo vuelve a la pista, y no solo él, Pedrosa también lo hace. Los dos pilotos españoles vuelven a reencontrarse en el asfalto mucho tiempo después.