Uno de los grandes alicientes de la nueva temporada en Fórmula 1 es ver el debut de Mick Schumacher, hijo de Michael, en la categoría reina. Tras ser campeón de Fórmula 2, el piloto alemán de 21 años buscará dar la sorpresa con un Haas que pasará por un año de transición.

A pesar de ello, Mick tiene claro su objetivo: "Rendir al máximo posible, en cualquier situación, y aprovechar cada oportunidad para aprender, sumar puntos o lo que se pueda".

"Voy a trabajar al máximo, me voy a dejar la piel aquí. Conforme avance la temporada, me adaptaré a todo lo que venga. He tenido muchas reuniones con el equipo y me siento muy cómodo", añade.

En Haas se encontrará a viejos conocidos de su padre, cuyo apellido para nada le pesa: "Llevar el apellido Schumacher no me genera presión, sino orgullo".

Michael y Mick Schumacher

De él aprendió a "formar un vínculo muy fuerte con el equipo y a ser muy fuerte psicológicamente en los momentos clave".

Clave será la figura de Jock Clear, antiguo ingeniero del heptacampeón y ahora asesor de Ferrari y, por ende, Haas: "Hablamos mucho, nos conocemos desde 2014. Aprendí mucho con él y estoy deseando trabajar con él esta temporada".

Paralelamente, en cuanto a su compañero, Nikita Mazapin, asegura que van con las mismas ganas de cara a su año de 'rookies': "Yo veo mi hambre ante esta temporada y estoy seguro de que Nikita está viviendo lo mismo. El equipo avanzará con las ganas que mostramos los dos".