La Fórmula 1 va más allá de las carreras y Nikita Mazepin lo sabe. El ruso ha mostrado este fin de semana su lado más humano y sensible en el GP de Rusia, su carrera de casa, haciendo posible que un niño se sintiera por unos minutos como un piloto.

Su nombre es Makar y tiene una parálisis cerebral que le afecta en la psicomotricidad de su pequeño y fino cuerpo. Tanto él como otros 33 niños rusos son parte del proyecto 'Font of Kindness' de la asociación 'Gift to an Angel'. Con él, se busca recaudar dinero para ayudarles a tener los recursos necesarios para programas de terapia física y de habla.

Nikita es parte del "equipo de magos" que apoya y financia la campaña de donaciones. Cada cantidad aportada por cualquier usuario, ya sea anónimo o conocido y haga una contribución única o cargos periódicos, Mazepin dobla esa aportación de su bolsillo.

Un gesto que puede ayudar a esos chicos y chicas a ser mucho "más independientes" gracias a una mayor movilidad, y a comunicarse mejor con su entorno para llevarles a conseguir tener una "vida mucho más plena".

Más allá de lo económico, el piloto de Haas también contribuye con acciones para que esos niños tengan experiencias únicas en su vida, como es pasar un rato junto a él en el circuito de casa.

Makar pudo disfrutar de subirse a un monoplaza, aunque no estuviera ni arrancado, durante unos minutos que jamás se le olvidarán. También saludó a la grada del circuito de Sochi como si de un famoso corredor se tratara.

Un detalle precioso al que todo el mundo que quiera puede aportar, cada uno con su granito de arena.