En clave Fernando Alonso, los paradigmas de Aston Martin y Alpine en la tercera carrera de la temporada en 2022 y 2023 son prácticamente opuestos.
En la temporada pasada, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 luchó por una pole imposible en la Q3 hasta que, otra vez, el A522 le dejó tirado cuando venía mejorando todos los registros de los Red Bull, Ferrari y Mercedes.
En el garaje verde, por su parte, eran todo manos a la cabeza. Lance Stroll y Sebastian Vettel cayeron a las primeras de cambio en Q1 y no puntuaron el domingo.
12 meses después, la tesitura es bien distinta: Alonso ha sumado dos podios en las primeras carreras de la temporada y Alpine asume que son, con diferencia, el quinto coche de la parrilla.
Pues bien, tal y como ha explicado el jefe de Aston Martin, Mike Krack, la carrera en Albert Park de 2022 fue un punto de inflexión para el equipo.
"Australia fue el momento más difícil del pasado año, pero también posiblemente el más importante como equipo", arranca el luxemburgués en declaraciones recogidas por 'SoyMotor'.
"Tras este maldito Gran Premios nos reunimos todos, hablamos de forma normal, sin apuntar a nadie con el dedo. Hubiera sido muy fácil hundirnos, pero decidimos reafirmamos como equipo para salir adelante. Por eso digo que fue un momento clave para nosotros", añade.
Eso sí, no quiere subir (aún más) el suflé: "Esperemos a ver, igual acabamos aquí con dos coches en el muro".
"Este es un semiurbano, menos peligroso que Yeda, pero donde acostumbran a haber más incidentes... aunque este año en Yeda la cosa fue muy tranquila", zanja Krack.
Fernando Alonso tiene hasta cuatro motivos para soñar con la victoria en el Gran Premio de Australia, la que sería su 33ª en Fórmula 1.
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