El Gran Premio de Austria del pasado fin de semana prometía mucho para Fernando Alonso. Tras lograr la quinta posición en la anterior carrera en Silverstone, el asturiano aterrizaba en Spielberg con ganas de 'guerra', y así lo señaló en rueda de prensa.

"Creo que desde la vuelta a la Fórmula 1 es cuando me siento mejor. El año pasado tuve un periodo de adaptación y ahora ya estoy al 100%. Creo que ahora puedo hacer cosas que el año pasado me costaban. Estoy contento y a ver si se pueden repetir más actuaciones buenas", explicó el pasado jueves.

Pues bien, el fin de semana resultó ser casi todo lo contrario de lo que esperaba el bicampeón del mundo de Fórmula 1.

Problemas con el suelo en la clasificación del viernes, fallo eléctrico el sábado que le impidió arrancar en la carrera al sprint y le deparó el último lugar en la parrilla del domingo... todo lo malo que podía pasar, pasó.

Al final del GP, Fernando Alonso cruzó la línea de meta en décimo lugar, logrando un punto valiosísimo para Alpine dada la situación en la que habían dejado al ovetense tras pararle en dos vueltas consecutivas por no ajustar bien una tuerca.

Pues bien, lejos de mostrar su enfado o decepción, el piloto español fue muy elegante por radio y, tras la carrera, se enteró de un dato que le hace soñar con un futuro prometedor a corto plazo.

Tras el virtual safety car provocado por Carlos Sainz, Alonso completó la tercera mejor vuelta general, un 1:08.558 en el giro 62, solo por detrás de Max Verstappen y Charles Leclerc.

Así lo informa 'F1Techy', publicación que resaltó que el de Fernando fue el "rendimiento más significativo" del fin de semana, algo "simplemente alucinante" para un piloto que partía desde la última posición.

"Más por venir", replicó Fernando Alonso a la publicación, dando cuenta de que, con un poco de suerte, el rendimiento actual del Alpine y la fiabilidad del monoplaza de Esteban Ocon, puede lograr mucho más.