Red Bull está atravesando su mayor crisis en años en la F1. Una que no se veía desde hace mucho, muchísimo tiempo. Sí, van líderes del Mundial. Y sí, van primeros tanto en pilotos como en constructores. Pero no. Algo no va bien. Algo no funciona en un coche que ha dado no uno sino quizá cinco pasos hacia atrás y que en Italia no se mostró ni mucho menos competitivo.
Que no pudo. Que no estaba para pelear ni por ganar ni por estar en el podio. Ni tan siquiera un Max Verstappen que tiene cada vez más cerca a un Lando Norris que cuenta con el mejor coche del momento: el McLaren.
Claro está, hay quien como Zak Brown, mandamás de los naranjas, apuntan a que el bajonazo de Red Bull se debe a la marcha de Newey. A que, sin él, no están sabiendo cómo mejorar un monoplaza que va dando tumbos por el asfalto.
Que no pueden actualizar de manera positiva un coche que ya ni Verstappen sabe cómo manejar. Mientras, McLaren está a apenas ocho puntos de Red Bull en el Mundial.
A Brown no ha tardado en responder Horner, jefe de Red Bull, en palabras que recogen en 'SoyMotor': "Habríamos tenido los mismos problemas".
"Ya existían de antes, y que una persona haga algo no puede ser que tenga unas consecuencias así de una forma tan rápida", insiste.
Y menciona a Newey de forma directa: "Todo comenzó en Miami, y él estuvo el viernes. No hay manera de que hubiera afectado tan deprisa".
Tribunales
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