Sandra Sánchez, campeona del mundo y de Europa, también es campeona olímpica. El kárate se estrenaba en estos Juegos Olímpicos de Tokio y allí reinó la española con una kata perfecta.

Derrotó a la japonesa Kiyou Shimizu en la lucha por el oro después de clasificarse con mucha facilidad para la lucha por las medallas. Lo esperado para una Sánchez que era la opción de medalla más factible para España.

"Vengo a hacer unos katas tan buenos y tan perfectos, que valgan la medalla olímpica". Esas fueron sus palabras antes de la final. Y se cumplieron. Sus movimientos valieron ni más ni menos que el cajón más alto del podio. Logró una puntuación global de los siete jueces de 28,07. Shimizu, que realizó el mismo kata, obtuvo 27,88.

A sus 39 años cumple uno de sus grandes sueños, con la reivindicación de que el kárate se convirtiera, por fin, en deporte olímpico.

Undécima medalla para España (sin contar la del equipo de fútbol, que se conocerá este sábado). Es el segundo oro tras el de Fátima Gálvez y Alberto Fernández en tiro.