Vergüenza en un partido amateur en Ecuador. El encuentro entre el M&M y el Fénix, que iba 0-3 a favor de los visitantes, vio cómo en mitad del envite un jugador de los locales empezaba a agredir al árbitro del partido.
Fue por una decisión del colegiado. Decisión que no gustó nada al futbolista. Se encaró con él y, a pesar de que parecía alejarse, luego volvió para empezar la ronda de puñetazos.
El trencilla recibió el primer golpe, después de ser agarrado de la camiseta... pero no se achantó.
No se amilanó, y comenzó también a pegar al jugador en lo que parecía más una escena de boxeo que de un partido de fútbol.
La escena de esta bochornosa pelea, como suele suceder en estos casos, no ha tardado en hacerse viral en redes sociales.