Luis María Díez vivió un antes y un después tras el gol de Andrés Iniesta en Sudáfrica. El aficionado se rompió el cuello al celebrar el tanto que dio a España su primer y único Mundial, después de subirse y caerse de una fuente de Logroño.

"Me subí, tampoco muy alto, y me resbalé. Me di con la cabeza en el suelo y me rompí el cuello", afirmó Luis María.

Esa caída le provocó una grave lesión medular, pero en cuanto despertó del coma tuvo claro qué es lo que quería: "Pedí que pusieran la tele para ver cómo traían la copa a España. Todo fue por señas, porque me hicieron una traqueotomía".

Lejos de perder la pasión por la vida, la caída que sufrió le unió incluso más al deporte y es que ahora practica buceo y rugby adaptado: "Gracias a eso despejo la cabeza del día a día".

"Es coger la silla, te la pones en el culo y tirar. O te quedas amargado en casa o sales a la calle y disfrutas de la vida", afirma.