Juanmi Callejón no olvidará sus últimos días como jugador del Bolívar. El futbolista, que ya ha anunciado que se marcha de la entidad boliviana, vivió uno de los momentos más intensos y emotivos con un niño como protagonista.

Porque el chaval no quería que se fuera el jugador. Fue directo hacia él y le abrazó con todas sus fuerzas a la par que le pedía que no se marchase. Callejón terminó regalándole su camiseta.

Y también acabó por llorar, porque hay despedidas y despedidas, y esta es de las segundas. De las sentidas, de las sinceras. De esas que no se pueden olvidar por más años que pasen.