Continúa el escándalo mundial relativo a la compra del 'número dos' del arbitraje español por parte del Fútbol Club Barcelona. Esto es, el caso del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros Josep María Enríquez Negreira, quien recibió casi siete millones de euros del equipo catalán -en concreto, 6.659.488 euros sin IVA- a lo largo de 18 años como mínimo, desde 2001 a 2018, por "supuestas asesorías verbales" al club. Este viernes se ha conocido que Negreira advirtió en 2019 al por entonces presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, que si dejaba de cobrar "denunciaría ante los Juzgados lo que seguro acarreará consecuencias negativas".

Según la información a la que ha tenido acceso el diario 'El Mundo', el exvicepresidente de los árbitros emitió un burofax al entonces máximo representante de los azulgranas en el que amenazaba con tirar de la manta y provocar un gran "escándalo". Un burofax, fechado el 5 de febrero de 2019 -en ese momento, la directiva de la entidad había tomado la decisión de dejar de pagar a la empresa instrumental del directivo arbitral-, en el que Negreira empezaba explicando cómo se siente: "Mi sorpresa y decepción ha sido mayúscula". A ello añadía: "Después de todo este tiempo juntos, me lo tomo como un insulto personal absolutamente injustificado".

Un poco más adelante, en ese mismo escrito, ya mandaba el claro aviso indicado anteriormente: "Tengo la firme intención de cursar denuncia ante los juzgados, lo que seguro acarreará consecuencias negativas. Hasta ahora no he iniciado esas actuaciones para, justamente, evitar graves consecuencias, albergando la esperanza de llegar a un debido entendimiento en relación con mi pretensión". Además, alertaba con tirar de la manta, argumentando que no creía que "otro escándalo favoreciera al club". Su amenaza era clara: dar "publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano en relación con el club".

No obstante, en ese mismo escrito, tras los mencionados ataques, ofrecía a Bartomeu un pacto de no agresión: "No quiero dejar pasar la oportunidad de llegar a un acuerdo justo para ambas partes [...] Le pido que mantengamos un encuentro privado entre nosotros dos, absolutamente confidencial, para poder resolver este asunto de forma definitiva por y para el bien de todos". Fue este miércoles cuando se destapó este presunto delito de corrupción entre el conjunto azulgrana y Enríquez Negreira, quien además de ejercer como número dos del Comité de Árbitros fue árbitro de la máxima categoría del fútbol español durante 13 temporadas (1977-1992).

Se destapa el caso

El motivo, según indicaron las primeras informaciones relacionadas con el caso, era que el Barcelona quería asegurarse de que no se tomaban decisiones arbitrales en su contra; es decir, que "todo fuera neutral". El entramado se habría realizado a través de la empresa DASNIL 95 SL, de la que Negreira era socio único, bajo el concepto de "asesoramiento técnico", por el que recibió la citada cifra: casi siete millones de euros a lo largo de 18 años -durante las presidencias de Joan Gaspart, quienha negado recientemente los hechos, Joan Laporta y Josep María Bartomeu-. Paralelamente, el hijo de Negreira, mientras su padre estaba en la nómina del Barça, asesoraba al Comité de Árbitros.

Nuevas informaciones surgidas en las últimas horas han apuntado que este este caso no habría comenzado con Gaspart. Así lo ha indicado el diario 'La Vanguardia', que ha informado de que esos pagos se habrían empezado a dar en 1994, en los últimos años de la presidencia de Josep Lluís Nuñez. De momento, la Policía Nacional ha solicitado la declaración de cuatro personas: el propio Negreira, que no ha testificado por problemas de salud, su hijo, el expresidente Bartomeu y el que fuera director general de la entidad, Óscar Grau. La unidad policial que ha tomado las declaraciones tiene ahora que enviar un informe con sus conclusiones, y la fiscal encargada del caso decidirá si continúa con esas pesquisas que ya se han renovado en una ocasión, si presenta una querella y si se judicializa un caso que, por la magnitud de las cantidades y por afectar a varias audiencias, podría llegar a la Audiencia Nacional.

Cabe destacar además que ha comenzado a investigarse otro contrato más a raíz de este escándalo. Según ha indicado 'El Confidencial', la Fiscalía estaría investigando otra empresa de un directivo del Barça por los pagos a Negreira. Se trata de una mercantil que pertenece al sector inmobiliario y que está controlada por un histórico de las juntas tanto de Nuñez como de Gaspart, Laporta y Bartomeu: Josep Contreras Arjona, que fue detenido en 2018 por la adjudicación irregular de obras de la Federación catalana de fútbol y falleció el pasado mes de diciembre. Según el mencionado medio, se está investigando si de esta empresa también recibió pagos Negreira.

Reacciones nulas o inverosímiles

Al poco tiempo de conocerse esta serie de informaciones sobre un escándalo de tintes internacionales, el propio Barcelona emitió un comunicado justificando la contratación de un "servicio externo", pero negando cualquier acusación. Así se recoge en la web del equipo:

"Que el FC Barcelona contrató en el pasado los servicios de un consultor técnico externo, quien suministraba, en formato vídeo, informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaría técnica del Club. Adicionalmente, la relación con el propio proveedor externo se amplió con informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional a fin de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial, una práctica habitual en los clubes de fútbol profesionales. Actualmente, este tipo de servicios externalizados recae en un profesional adscrito al Área de Fútbol. El FC Barcelona lamenta que esta información aparezca justamente en el mejor momento deportivo de la presente temporada".

Por otro lado, también ha reaccionado Xavi Hernández, exfutbolista del Barcelona y actual entrenador del primer equipo, quien se ha limitado a indicar que no aceptaría nunca unos hechos como los que se denuncian: "En ningún momento me gustaría con trampas, si no me iría para casa. Soy una persona justa y quiero que gane el mejor. Y que nos lo ganemos en el campo, nunca fuera, de verdad". Quien de momento no ha expresado comentario al respecto ha sido, sorprendentemente, Victoriano Sánchez Arminio, el que era el presidente del organismo, el hombre que decidía quién arbitraba en primera y quién en segunda y persona muy cercana a Negreira.

Las consecuencias

Éticamente, la relación entre el conjunto azulgrana y Enríquez Negreira podría considerarse como más que reprobable, pero según la nueva ley del deporte, los delitos que se hubieran cometido en términos de competición ya han prescrito, por lo que las sanciones deportivas como el descenso quedarían erradicadas. Sin embargo, sí podrían darse castigos administrativos. La Fiscalía se encuentra investigando si las asesorías realizadas por Negreira se hicieron de forma real o eran una simple 'excusa' para los pagos. Por ello, en este punto se vislumbran dos posibles delitos: uno de corrupción entre particulares y otro de administración desleal.

El primero podría ser castigado con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel para directivos y colegiados que "tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una competición profesional". Por otro lado, investigado si realmente los servicios del exárbitro se dieron, las partes podrían haber incurrido en un delito de administración desleal. Las penas podrían llegar hasta los tres años de cárcel si se demuestra una corrupta administración del patrimonio ajeno que hubiera incurrido en un "perjuicio patrimonial" para los socios.