El Huesca derrotó al Sevilla (2-1) con un gol en el minuto 98, hurgó en la llaga del conjunto hispalense fuera de casa y se aferró a una permanencia a la que no renuncia a pesar de que el triunfo no le saca de la posición de colista. Cuando parecía que el empate iba a ser el resultado final, un zapatazo del argentino 'Chimy' Ávila mete de nuevo al Huesca en la lucha por la salvación y le insufla toneladas de moral, a pesar del complicado calendario que le espera en las próximas jornadas.
El conjunto aragonés estaba obligado a la victoria para intentar recortar distancias con los equipos que le preceden en la clasificación y no verse más descolgado, y cumplió con su objetivo aprovechando el delicado trance por el que atraviesa el Sevilla andaluz lejos de su estadio. En El Alcoraz tampoco fue capaz de reaccionar con un juego ramplón y muy lejos de lo que se espera de un aspirante a jugar la Liga de Campeones.
El equipo de Francisco Rodríguez sabía que no podía fallar, y menos en casa, y volvió a demostrar que este Huesca no es el de la primera vuelta y que se ha convertido en un equipo rocoso y difícil de superar, a la vez que tiene más gol que entonces y nunca se rinde.
Por contra, el equipo de Pablo Machín acumula su tercera derrota consecutiva habiendo ganado solo un partido de los últimos diez, lo que le ha supuesto sumar 6 puntos de 30 posibles. Con los tres puntos el conjunto altoaragonés corta una racha de dos partidos sin ganar (derrota ante el Athletic y empate contra el Espanyol) y hace buena la igualada de la pasada jornada en terreno catalán.
De inicio, ambos conjuntos apostaron por el fútbol directo para no arriesgarse a perder balones, lo que supuso que no hubiera control esférico. Con el balón de un lado para otro pero sin peligro, el lateral Javi Galán puso un centro de oro a Juanpi Añor en el área para que batiera a Tomas Vaclik en su salida cuando solo habían transcurrido siete minutos.
Tras el gol, el Sevilla se hizo con el dominio del juego, pero le costaba mucho progresar ante el sistema defensivo local, entre otras cosas porque Ever Banega apenas entraba en juego y porque su equipo abusaba de los balones largos. Aún así, cuando abría el juego a las bandas, especialmente por la derecha, los centros de Jesús Navas solían llevar peligro, como ocurrió en el minuto 16, cuando Jorge Miramón salvó dos veces bajo palos sendos remates de Quincy Promes y Wissam Ben Yedder.
El Sevilla enseñaba las uñas, pero el Huesca, sin el agobio por tener que marcar, mostraba los dientes a los andaluces en dos ocasiones en apenas dos minutos (19 y 20), especialmente un remate de cabeza del central Adrián Diéguez en un córner que salvó milagrosamente el meta checo con una gran parada.
Al equipo de Pablo Machín pareció entrarle el miedo en el cuerpo con los avisos locales y ralentizó sus acciones buscando no perder el balón para dar vida en las contras a los altoaragoneses, pero eso trajo como consecuencia un juego previsible que el Huesca no tenía problemas en controlar.
Demasiados balones frontales enviados por los centrales de los de Nervión como para inquietar a los propietarios del terreno. Sólo cuando en alguna combinación el balón llegaba a la banda derecha con Navas como asistente se intuía la posibilidad de una opción de gol, pero los centros del sevillista no encontraron rematador.
Por contra, el equipo de Francisco Rodríguez volvió a desperdiciar la oportunidad de subir el segundo gol al marcador en el minuto 33 al enviar a las nubes Juanpi un gran servicio de Enric Gallego. El equipo andaluz encerró al Huesca cerca de su área nada más regresar de vestuarios, pero sin opciones de marcar.
El dominio intenso se volvió intermitente, pero los andaluces seguían sin pegada. Control e intentos de llevar el balón a las bandas para un posterior centro, aunque los visitantes ni siquiera eran capaces de acabar la jugada. Sin embargo, la insistencia visitante tuvo su premio en el minuto 80 cuando Gabriel Mercado fue objeto de un penalti en una jugada en la que los locales reclamaron un fuera de juego previo.
El VAR revisó la jugada y después de bastantes minutos de incertidumbre decretó el penalti que, transformado por Ben Yedder, ponía las tablas en el marcador. El empate envalentonó al Sevilla, pero también llamó a rebato a los aragoneses con el juego volando de una área a otra porque los dos equipos querían ganar.
El VAR fue nuevamente protagonista en lo que podía haber sido el 1-2, obra de Munir y anulado por fuera de juego en el minuto 90, y con los nervios desatados en la búsqueda de la victoria emergió la figura de 'Chimy' Ávila para darle una victoria de infarto a los suyos en el último segundo de la prolongación provocando el delirio en las gradas de El Alcoraz.
La FIFA lo hace oficial
Oficial: el Mundial 2030 se disputará en España, Portugal y Marruecos
Triunfa la candidaturaEspaña volverá a organizar un campeonato del mundo de fútbol 48 años después. La FIFA ha ratificado la propuesta, que será la más repartida de la historia con sedes en hasta seis países.