El entrenador del Betis, Gustavo Poyet, mostró su indignación tras la derrota en el derbi sevillano (1-0) y señaló como responsable al árbitro, Estrada Fernández, de no haber podido, al menos, empatar en su visita al Ramón Sánchez Pizjuán.

"En estos partidos las diferencias son mínimas, son detalles, y cuando hay una jugada dudosa yo voy con el árbitro porque soy un ser humano, pero cuando no es tan claro no voy con el árbitro. Estoy un poquito harto de sus decisiones", espetó el técnico verdiblanco.

"No puedo decir nada porque me sancionan. Hablen ustedes de esto. Cuenten lo que ha pasado", exhortó a la prensa que ocupó la sala del estadio nervionense. "Una decisión del árbitro decidió el partido. El trabajo del árbitro define el mío y lo que dirá la gente mañana", añadió el uruguayo.

Además, Poyet recordó que ya "van tres en cinco jornadas" después de que otras decisiones arbitrales hayan perjudicado a los béticos desde el comienzo liguero. "Quiero que me llame el jefe de los árbitros y me explique por qué", sentenció Poyet, que compareció ante los medios acompañado de su ordenador portátil para enseñar el "gol legal" de Alex Alegría.