Inaudito lo que ha ocurrido en Ucrania. Un grupo de futbolistas brasileños y sus familias, que desempeñan su juego en equipos ucranianos, se ubicaban en un hotel de la capital, donde pidieron auxilio al gobierno de Brasil. Todos ellos lograron abandonar el país pero se olvidaron de Matheus Ramires.
Ramires, jugador de fútbol sala del Skyuv de Kiev, se tomó una ducha después de almorzar, tal y como mencionó a ‘Globonews’. A su regreso, sus compatriotas ya habían abandonado el hotel.
“Todos queremos salir, todos somos brasileños. Muy bueno que pudieron hacerlo, pero yo en ningún momento hubiese dejado un brasileño atrás. De hecho, cuando el club nos trajo para el hotel presionamos para que un estudiante brasileño viniese al 'búnker”, señaló Ramires, visiblemente molesto.
El resto de jugadores y sus familiares abandonaron la capital en un tren con destino a Chernivtsi, cerca de la frontera, que colinda con Rumanía. “Una misión diplomática”, tal y como informó EFE, desplazada desde Bucarest, recibirá al grupo de más de 40 personas en esta ciudad ucraniana.
Según EFE, la Cancillería brasileña comunicó que “otros brasileños y ciudadanos suramericanos consiguieron pasar la frontera con Rumanía” y ya se encuentran con los futbolistas. Además, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) afirmó, el 26 de febrero, tener preparados dos aviones multimisión KC-390 Millenium para un “posible transporte” de los ciudadanos brasileños.
Jogadores brasileiros do Shakhtar e do Dínamo estão reunidos com as famílias em um hotel de Kiev. Acabaram de gravar esse vídeo pedindo ajuda das autoridades brasileiras para deixar o país. pic.twitter.com/7ah1RuKGo2
— Arthur Quezada (@ArthurQuezada) February 24, 2022
“Hola, aquí estamos todos reunidos jugadores del Dinamo y Shakhtar con nuestras familias”, señaló Marlon Santos, jugador del Shakhtar Donetsk, desde el hotel donde se encontraba junto con el resto de futbolistas. “Las fronteras y el paso aéreo están cerrados. No tenemos cómo salir. Pedimos apoyo y ayuda al gobierno de Brasil”, expresó en un vídeo, publicado en Twitter el 24 de febrero, en el que pedían auxilio.