Fernando Alonso se 'retiró' de la Fórmula 1 en 2018 para probar -y ganar- otras disciplinas del automovilismo como el Dakar, la Indy o el Mundial de Resistencia.

Tras su 'hasta luego' a la competición después de varios años de desengaños con McLaren, el asturiano decidió regresar al 'Gran Circo' de la mano de Alpine (antiguo Renault) con la mira puesta en el cambio normativo que se iba a ejecutar en 2021, pero que debido a la eclosión de la pandemia finalmente se pospuso a 2022.

Durante su receso de F1, el bicampeón del mundo no se mantuvo al margen, y siguió estudiando tanto los coches como los pilotos.

En declaraciones recogidas por la web oficial de la F1, Alonso ha confesado en qué tres corredores se fijaba: dos de ellos, por puro disfrute; otro, por interés.

"El que me impresionó más cuando estaba en casa viendo la televisión fue George Russell. Me gustaba verle cómo se desenvolvía con el Williams. Y también me gustaba Max Verstappen. Esos eran los dos tipos que me hacían encender la tele", ha explicado.

Seguidamente, y con la idea de volver a la Fórmula 1, no perdió de vista la trayectoria de Daniel Ricciardo con Renault: "Seguía a Daniel porque estaba con el Renault y ese coche me interesaba mucho...".

Por otro lado, el ovetense, a sus 40 años, ha hablado sobre su preparación física de cara a una temporada clave en su carrera: "Creo que necesitamos un buen invierno, eso es seguro, necesito estar preparado o prepararme un poco mejor que el año pasado; el accidente de febrero con la bicicleta no ayudó el año pasado. Tenemos que ir a los test con un buen programa. Estoy seguro de que estaré al 100%. Hay que ver que el coche sea competitivo".

Por último, y en relación al archiconocido 'Plan', Fernando sabe que es competencia de Alpine darle un coche ganador: "Depende de nosotros hacer un buen coche. Ya no hay más excusas: si tenemos menos presupuesto o tenemos menos recursos o los rivales están usando dos túneles de viento... Ya no hay que hablar más de todas esas cosas, así que depende de nosotros".