El Villarreal consiguió un insuficiente empate en Zurich (1-1) que deja su grupo completamente abierto, ya que todas las opciones se pueden dar en la última jornada, pues el equipo español puede acabar primero de grupo, segundo e incluso quedar eliminado.
El Villarreal empezó muy bien y marcó pronto, pero poco a poco se diluyó y al final recibió de penalti un tanto que le obliga a vencer en la última jornada en El Madrigal al Steaua de Bucarest para clasificarse, en un grupo en el que ningún equipo está eliminado.
El Villarreal entró en el encuentro con mucha intensidad y dispuso en los primeros minutos de dos opciones de gol, la primera muy clara malograda por Bakambu y luego una de Cheryshev. A la tercera fue la vencida en un córner sacado por Manu Trigueros que Bruno Soriano cabeceó limpiamente a la red y que reflejaba lo visto hasta ese momento.
Empezó mandando el 'submarino'
Tras el gol se equilibraron las fuerzas y el conjunto suizo se empezó a aproximar a la portería de Asenjo mientras el Villarreal buscaba sorprender al contragolpe. Esa dinámica de juego se mantuvo a partir de entonces hasta el descanso, con aproximaciones del equipo entrenado por Uli Forte que casi siempre morían antes de generar peligro, ya que eran neutralizadas sin excesivos problemas por la defensa del conjunto español.
Sin embargo, al Villarreal, tras el 0-1, le faltó mordiente para ampliar su ventaja y dar antes del descanso un paso importante hacia la victoria. El partido no tuvo ritmo en el inicio de la segunda mitad y, aunque el Zurich no mostraba potencial para crear problemas ante la meta del Villarreal, el equipo castellonense tampoco encontraba el camino para marcar, aunque Pato, tras un fallo defensivo, malogró una buena opción.
Poco después fue Bakambu el que pudo hacer el 0-2, pero no acertó en un mano a mano con Vanins y con veinte minutos de juego por delante el Zurich sustituyó al mismo tiempo a sus dos carrileros, Brunner y Voser, para dar entrada a dos jugadores más ofensivos como Rodríguez y Winter.
Empate y a jugársela
El Zurich se mostró más profundo, pero poco claro, aunque lo ajustado del marcador daba mucha emoción a un partido que futbolísticamente no era brillante. La entrada de Sadiku fue la última apuesta ofensiva del Zurich y un balón lejano de Roberto Rodríguez dio en el larguero de la meta del Villarreal (m.80), al tiempo que, poco a poco, el equipo suizo encerraba a los hombres de Fran Escribá en su parcela.
En el minuto 86 una caída de Koné ante Víctor Ruiz fue castigada con penalti por el árbitro y Roberto Rodríguez estableció el gol del empate. El Zurich incluso pudo ganar, ya que en tiempo de prolongación le fue anulado un gol cuando más volcado estaba sobre la meta de Asenjo.