Al equipo portugués le basta con empatar en su casa en el último partido contra un Leicester ya clasificado como primero, mientras que el Copenhague necesita ganar a domicilio al desahuciado Brujas y esperar una derrota del Oporto.
Llegaba el equipo danés sin sus dos delanteros titulares, Cornelius y el paraguayo Santander, su principal referencia en ataque, dos bajas de difícil substitución aparentemente. Solbakken quiso mantener el 4-4-2, con Pavlovic -su único atacante nato sano- y adelantando al extremo Verbic.
Lo que perdió en gol y presencia física lo ganó en juego combinativo y velocidad.
El Copenhague se hizo pronto con el mando, tuvo más la pelota y fue el único que llevó peligro real en la primera parte, con un tiro de Ankersen que desvió Casillas y un cabezazo de Johansson que se fue fuera por poco.
El Oporto arrancó mejor, pero se fue desinflando poco a poco. A los portugueses les costaba igualar la intensidad local y en ataque no lograban hilvanar una jugada, completando un primer tiempo discreto.
El Oporto mejoró en la segunda mitad
Otra cosa fue el segundo, porque el equipo portugués dio un paso adelante y se fue a por el partido.
Monopolizó la pelota y empezó a crear juego y a asustar, sobre todo por la banda derecha, con el mexicano Corona muy activo.
Tuvo el gol André Silva en un doble remate a bocajarro que salvaron entre Olsen y un defensa.
Y en otro tiro de Danilo tras saque de córner que volvió a tocar el portero. Al Copenhague, en cambio, se le nublaron las ideas y se le acabó el oxígeno.
Y sin su pareja de delanteros habitual, ni siquiera le quedó el recurso al juego aéreo, por lo que casi ni pisó el área rival. Ni media ocasión tuvo en una gris segunda parte.
Tribunales
La fiscalía sueca archiva la investigación por violación con la que se relacionaba a Mbappé
El contexto En una reciente entrevista, Mbappé dijo que "nunca" se había sentido preocupado por el caso. Aunque reconoció que "hay mucho ruido", aseguró que había intentado concentrarse en su trabajo.