Karim Benzema vive un idilio con la Champions. Karim Benzema vive un idilio con el Real Madrid. Su actuación contra el Chelsea, en la ida de cuartos de final de la Champions League, fue majestuosa. Marcó dos en la primera mitad, los dos de cabeza. El tercero, nada más empezar la segunda, demostrando que es más de medio equipo. Si el cuadro blanco es candidato a llegar lejos en esta Copa de Europa, el francés tiene mucha culpa de ello.

Como ante el Paris Saint-Germain, los goles se sucedieron. Concretamente los dos primeros. Apenas transcurrieron tres minutos entre uno y otro. Nada pudo hacer Mendy, portero del Chelsea, a pesar de sus estiradas que rozaban la pelota. Cuando Benzema define, lo hace en el lugar más adecuado.

Pero su noche no había terminado. Ni mucho menos. Quería el tercero. Lo tuvo en una ocasión en la que un defensa 'blue' le tocó la pierna y no pudo chutar con normalidad. Pero Karim no perdona dos. Esta vez, le dio las gracias a Mendy, portero local, que cometió un error grosero. Trató de ceder hacia Rudiger fuera del área... y la pelota la interceptó Benzema. Su tercer tanto.

El Madrid mandaba entonces 1-3 en el partido. Porque el Chelsea, antes del descanso, había recortado distancias. Havertz cabeceó sin marca, en un despiste de Carvajal. Courtois no podía llegar. Sí lo hizo después en un disparo de Azpilicueta que se colaba por la escuadra. Gigantesco, una noche más, el portero belga.

El Chelsea deambulaba entonces por el campo, maniatado por un Madrid que regaló uno de sus mejores partidos del año. Con Karim todo es diferente. Cuánto le echaron de menos en El Clásico ante el Barça. Si Ancelotti quiere aspirar al doblete, Liga y Champions, deberá cuidar a su estrella.

El primer paso será confirmar su pase a las semifinales. Y para ello deberá proteger este excelente resultado el próximo martes en el Bernabéu. Allí estará un Benzema que regaló otra 'masterclass'. Todos se rinden a Karim... y no es para menos.