La catedral de Sevilla expone la colección de dieciséis obras que posee de Bartolomé Esteban Murillo, una muestra con la que pretende reflejar, en el marco del 'Año Murillo', la mirada de la santidad del pintor sevillano y su vínculo con el templo, dentro de su contexto histórico y topológico.

En el cuatrocientos aniversario del nacimiento del pintor que celebra Sevilla, la Catedral, para la que Murillo trabajó durante casi treinta años, pretende "redescubrir" el mensaje "catequético y evangelizador" de sus pinturas con esta muestra.

La mayoría de las obras están instaladas en los lugares para los que fueron pintadas y junto a ellas, se expondrán decenas de documentos, facturas, libros y grabados relacionados con la obra del artista, entre los que se incluyen su expediente matrimonial y el acta de inauguración de la sala capitular de la catedral.

La exposición incluye también paneles pedagógicos con cronogramas de la obra pictórica, así como de acontecimientos de su tiempo como el Concilio de Trento, que desde la organización se ve como un elemento clave en esa 'llamada a la santidad' de Murillo.