La entrada de Hugh Herr con sus dos piernas biónicas en pantalón corto ha sido lo más llamativo de la ceremonia de los premios, justo antes de la foto de familia de este año. Al acabar, el Rey se ha acercado muy cariñoso a Nuria Espert, premio de las artes, que minutos antes ha recogido su insignia, acompañada de su hija, Alicia Moreno.

Otro premiado, Richard Ford, ha sido el único que se ha dirigido en tono de broma a su majestad, una confianza que empezó anoche en su primer encuentro: "Anoche estuve con el rey y pensé que puede que Estados Unidos necesite un rey. Quizá no para siempre, pero sí por un tiempo para aportar buen sentido común en nuestro país, porque no vemos que la democracia esté funcionando muy bien en Estados Unidos".

La Reina Sofía también ha llegado al acto acompañada de Javier Fernández, presidente del principado. Entre los invitados, su homólogo cántabro, Miguel Ángel Revilla: "Esto es lo mío, a mí me encanta todo lo que sea cultura popular". Fuera, en la calle, muchos turistas y también gente más crítica: " No me parece bien el derroche que se hace". Todo preparado para la ceremonia de esta tarde y con ella, el discurso del rey, uno de los más esperados del año.