Con las agujas del reloj unidas en las 12 y las campanadas horarias como sonido de fondo, Asiron ha aparecido en el balcón de la casa consistorial, y en euskera y castellano ha dado a los ciudadanos la "enhorabuena por estas fiestas tan estupendas".

Asimismo, ha expresado su "compromiso" para que el próximo año los sanfermines sean "todavía mejores, porque los haremos de la mano de todas y todos", ha dicho para gritar "Viva San Fermin, Gora San Fermin".

La plaza del consistorio despide los Sanfermines


Rodeado de ediles del resto de formaciones, sus palabras han sido seguidas por miles de personas, que han desanudado sus pañuelos rojos del cuello y han comenzado a entonar la triste melodía del "Pobre de mí", acompañada por una charanga, que a partir de entonces ha alternado ese lamento con otras canciones festivas mientras estallaban en el cielo fuegos artificiales.

Escuchada la traca final, han sido muchos quienes han enfilado el camino hacia sus casas, pero también abundantes quienes todavía apurarán la inercia festiva para exprimir las ganas de juerga en lo que queda de noche, hasta que Pamplona retome poco a poco a partir de este miércoles su fisonomía y limpieza habituales.

Será momento de los balances, como el ya anunciado por el propio alcalde, Joseba Asiron, sobre los pormenores de estos nueve días, o el de la consejera en funciones de Salud, Marta Vera, quien también mañana ofrecerá cifras sobre asistencia sanitaria.