Dicen que rodar en celuloide obliga a dar lo mejor de cada uno. Principalmente porque un rollo dura como máximo diez minutos. Una presión que recuerda el actor Emilio Gutiérrez Caba. Dice que al rodar "se escuchaba el ruido de la máquina rodar y que inconscientemente sabías que estabas gastando material".

Porque el celuloide era caro, por eso no se podía malgastar y a veces ni siquiera comprar. Muchos directores, como Fernando Colomo, empezó su carrera rodando cortos con colas, como se llama a los metros de celuloide que sobraban de otros rodajes. Muchos los conseguían gracias a los rodajes de Hollywood en España.

El prefiere rodar en digital. 'La banda Picasso' fue su primera película sin celuloide. Comenta lo complicado que era un rodaje en 35 mm, sobre todo porque antes de que existieran los monitores, dependían del director de fotografía, el único que intuía cómo iba a quedar lo rodado. Y aún así a veces se llevaban "sorpresas al revelarlo", como reconoce Javier Aguirresarobe, aunque añade "que eso era parte del misterio".

Sus últimos proyectos han sido en digital y ahora ha vuelto al celuloide a las órdenes de Woody Allen, uno de los incondicionales. Porque dicen los expertos que este material permite muchos más matices.

Es por eso por lo que Hollywood se resiste a dejar de rodar con este formato y por eso han firmado un acuerdo con Kodak para alargarle la vida unos años más.