La artista Kara Walker esculpe una esfinge de 40 toneladas de azúcar contra el racismo. La esfinge representa una esclava negra, con carrillos salientes y un pañuelo atado en la cabeza, con una posición a cuatro patas que simboliza la sumisión y el abuso sexual de las trabajadoras durante décadas.

Aunque el gran tamaño de la escultura, la cabeza se eleva en más de 10 metros y el cuerpo se alarga a más de 20, transmite poder. Se encuentra expuesta en una antigua fábrica de azúcar Dominó, al sur de Williamsburg en Brooklyn, abandonada hace 10 años apunto de ser demolida.

El nombre oficial de la esfinge es 'Una sutileza' o 'Maravillosa Sugar Baby', homenaje a los trabajadores esclavos del azúcar. También Walker ha repartido por la nave figuras de niños negros que portean cestas, algunos están hechos de resina.