773 millones de jóvenes y adultos en el mundo no poseen las competencias básicas de lectura y escritura, según detalla la UNESCO. Sin embargo, la organización asegura que esta cifra ha aumentado en los últimos meses debido a la crisis de la COVID-19 y las consecuencias del confinamiento.

La celebración del Día Internacional de la Alfabetización se remonta al 26 de octubre de 1966, este día el organismo especializado de las Naciones Unidas estableció el 8 de septiembre como el Día Internacional de la Alfabetización. Así lo acordaron los presentes en aquella sesión en la que decidieron dedicar una jornada al año a recordar a la comunidad internacional "la importancia de la alfabetización de las personas, las comunidades y de las sociedades".

Desde ese día, cada 8 de septiembre, la UNESCO organiza diferentes eventos para abarcar la problemática social. Este año, a causa de la COVID-19, el evento dedicado a reflexionar sobre ello se traslada al ámbito online. Además, la conferencia de este martes ha adquirido un sentido diferente al de los años pasados e irá dirigida a reflexionar sobre "la enseñanza de la alfabetización y el aprendizaje durante la crisis de la COVID-19", según ha explicado la propia organización. Si quieres seguir este encuentro mundial solo tienes que acudir a este enlace a la 13:00 (hora de París).

Durante la celebración de esta tarde también se hará entrega de los Premios Internacionales de Alfabetización, que desde hace más de 50 años premian a aquellas organizaciones que hacen frente a la alfabetización desde la excelencia e innovación.

Así han hecho frente a la pandemia algunas organizaciones

A lo largo de los años, la Unesco ha reconocido la labor de más de 495 proyectos llevados a cabo por organizaciones no gubernamentales, gobiernos e individuos de todo el mundo. Gracias a estos premios, el organismo ha dado apoyo económico a diferentes iniciativas.

Este año, la organización Ageing Nepal ha resultado premiada por su programa "Clase de alfabetización básica para personas mayores". También ha recibido el galardón Rey Seyong el proyecto 'United World Schools' del Reino Unido por su proyecto "Proporcionar acceso a la educación a los niños sin escolarizar que no hablan birmano". De forma paralela, la Unesco ha querido reconocer el trabajo del proyecto 'Amamos la lectura' y el colectivo Alpha Ujuvi (CAU) de la República Democrática del Congo, premiados en años anteriores, por su labor en tiempos de pandemia.

El programa "Amamos la lectura" de Jordania fue premiado por la Unesco en 2017. Esta iniciativa llega a niños de 55 países en todo el mundo y los anima a leer para convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Este programa ha sabido adaptarse a la situación del COVID-19 con la creación de un proyecto específico: "Plan ‘Amamos la lectura’ por el corona".

Durante los últimos meses, los voluntarios locales de este proyecto acudían a los barrios y casas de los niños para leerles en voz alta. "La lectura en voz alta es una manera de motivar el gusto por la lectura y convertirse así en estudiantes para toda la vida", expresa Rana Dajani, la fundadora de 'Amamos la lectura', en unas declaraciones recogidas por la Unesco. Dajani asegura que la lectura ha sido la única enseñanza que han tenido estos niños durante las crisis. Por este motivo, también han incluido grabaciones de portavoces del programa y libros en línea para llegar a más niños.

Otra entidad que ha sabido hacer frente a la pandemia ha sido el colectivo Alpha Ujuvi (CAU) de la República Democrática del Congo. Dicha entidad recibió en 2011 el premio de la Unesco por su creación de las cabañas de paz, un lugar dedicado al aprendizaje, en la provincia de Kivu del Norte. Este territorio, que estuvo afectado por la inestabilidad política, consiguió terminar con las tensiones y los conflictos individuales con la ayuda de la organización.

Después de recibir el premio, la CAU construyó una finca para trabajar en la escolarización de los niños pobres de la región. La crisis de la COVID-19 les ha hecho retroceder en su labor porque algunos "alumnos que ya estaban reintegrados corren el riesgo de abandonar otra vez la escuela", explica Sor Deodata Bunzigiye, una de las coordinadoras del proyecto, en la página web de la Unesco.

A pesar de ello, la organización está trabajando para hacer frente a los desafíos y ha adoptado medidas para proteger a los niños durante la pandemia y continuar con el aprendizaje de manera diferentes: "Con el apoyo de nuestros asociados, nuestras escuelas de reinserción utilizan libros que permiten hacer las tareas en casa", cuenta la organizadora. Además, ha incorporado las medidas preventivas y de protección para poder continuar con los grupos de alfabetización.