"Mi vida es una especie de montaña rusa, porque de repente te vas a tocar a España y todo es pasártelo bien, estar con tus amigos, cantar tus canciones. Luego vuelves aquí y de repente estás con gente que se está muriendo". Él es Jorge Martí, cantante de La Habitación Roja y, al mismo tiempo, enfermero en un centro para pacientes con Alzheimer en Noruega.

"De repente estás haciendo un turno de noche, nevando a 5º bajo cero y te preguntas: joder, si yo hace nada estaba tocando en Madrid con una sala abarrotada". No todo son conciertos, festivales, focos y aplausos; su historia, cruda pero cierta, la cuenta en un documental.

La enfermedad crónica e incurable de su mujer, de nacionalidad noruega, le ha llevado a tocar a todas las puertas y a trabajar, sea verano o invierno, de cantante o de enfermero, para mantener a su familia: "Hemos intentado tratamientos con médicos de todo tipo, privados, eso ha supuesto unos gastos increíbles de muchísimo dinero y entonces me he visto obligado a multiplicarme".

Convalidó su título de enfermería, aprendió noruego y así lleva ya cerca de 10 años, alternando la enfermedad con la música: "Yo a veces digo que el único superpoder que tengo son las canciones, cuando subo y para motivarme pienso que estoy cantando para ellos, sobre todo para mi mujer". Juega esta partida con las cartas que le han tocado dice este mitad Superman, bromea, mitad Clark Kent que vive en mitad de Noruega.