La tercera misión de las sondas lunares chinas Chang E aterrizó con suavidad en el satélite terrestre a la 13:12 GMT, 12 días después de haber partido de la base de Xichang.

La maniobra se inició en la más cercana de las órbitas en la que la sonda se ha situado en los últimos días, a 15 kilómetros de la superficie selenita, desde donde comenzó a desacelerar su velocidad original de 1,7 kilómetros por segundo.

Describiendo una parábola descendente, la nave se colocó en posición perpendicular sobre la Luna a unos 100 metros de altura, y desde allí planeó hasta la planicie Sinus Iridum, una amplia llanura basáltica nunca antes explorada.

Emitida en directo por varios canales de la televisión estatal china CCTV, la maniobra es una de las acciones más complejas de la historia de la carrera espacial nacional.

El logro convierte a China en el tercer país del mundo en ser capaz de llevar a cabo alunizajes controlados, tras EEUU y la URSS, y para la potencia asiática es además su primer aterrizaje en un objeto extraterrestre.

Durante su acercamiento a la Luna, la sonda china ofreció imágenes muy nítidas de la superficie lunar, ayudada por la ausencia de atmósfera y por encontrarse en la cara iluminada del satélite terrestre.

Pocos minutos después de posarse en la Luna, la Chang E3 desplegó paneles solares con el fin de acumular la energía necesaria para poder activar en la superficie selenita el robot móvil Yutu, algo que según los medios oficiales chinos se producirá en el curso de unas horas, en la mañana del domingo.

El "paseo" del Yutu por la Luna marcará otro hito, ya que el único país que hasta ahora ha desplegado robots móviles en la Luna ha sido también la URSS, y la última vez que lo consiguió fue hace 40 años.

El país asiático busca a largo plazo llevar astronautas al satélite terrestre, y aunque todavía no hay una fecha fijada para ello se espera que sea hacia 2020, época en la que China también espera tener una base espacial permanente orbitando alrededor de la Tierra.

Antes, China planea el envío de una cuarta sonda lunar en 2015 y otra en 2017, ésta con la misión de ser la primera capaz de regresar a la Tierra, claros preparativos para una misión tripulada en un futuro más lejano.

EEUU es el único país que ha logrado enviar astronautas a la Luna. En los años 80 Washington y Moscú abandonaron por completo los vuelos lunares, y aunque se reanudaron en los 90, todas las sondas enviadas desde entonces no realizaron alunizajes suaves, sino que impactaron contra la Luna.