Un nuevo artículo publicado en 'Frontiers in Earth Science' por el arqueólogo David Wright, de la Universidad Nacional de Seúl, desafía las conclusiones de la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha, que señalan cambios en la órbita de la Tierra o cambios naturales en la vegetación como principales fuerzas motrices.

Para probar su hipótesis, Wright revisó evidencias arqueológicas que documentan la aparición del pastoreo en toda la región del Sáhara, y comparó esto con registros que muestran la extensión de la vegetación de matorral, un indicador de un cambio ecológico hacia condiciones desérticas.

Los hallazgos confirmaron sus pensamientos; comenzando hace aproximadamente 8.000 años en las regiones que rodean el río Nilo, las comunidades de pastores comenzaron a aparecer y se extendieron hacia el oeste, en cada caso al mismo tiempo que un aumento en la vegetación de arbustos.

La creciente adicción agrícola tuvo un efecto severo en la ecología de la región. A medida que se eliminaba más vegetación mediante la introducción de ganado, aumentaba el albedo de la tierra, lo que a su vez influyó suficientemente en las condiciones atmosféricas para reducir las lluvias monzónicas.

El debilitamiento de los monzones provocó una mayor desertificación y pérdida de vegetación, promoviendo un bucle de retroalimentación que eventualmente se extendió por todo el Sahara moderno.

Todavía queda mucho por hacer para llenar las lagunas, pero Wright cree que hay una gran cantidad de información escondida debajo de la superficie.