El estudio publicado en la revista Nature Geoscience ha desmentido la creencia de que Venus era un planeta inactivo. El grupo de científicos de la Universidad de Maryland y del Instituto de Geofísica de ETH Zurich han localizado un total de 37 estructuras volcánicas recientemente activas.

El resultado del estudio "cambia significativamente la visión de Venus": de un planeta inactivo a otro "que puede alimentar muchos volcanes activos", explica Laurent Montési, profesor de geología en la Universidad de Maryland y coautor de la investigación.

Hasta este momento, los científicos tenían indicios de que Venus era diferente a Marte y Mercurio porque su superficie era más joven y, por tanto, su interior no era tan frío. Sin embargo, pensaban que sus coronas (círculos dibujados en su superficie a causa del alzamiento caliente de flujos de lava) mostraban signos de actividad antigua y que el planeta se había enfriado lo suficiente como para frenar en su interior la actividad geológica y endurecer su corteza.

Con la ayuda de simulaciones 3D de alta resolución y modelos numéricos de actividad termomecánica han podido obtener una vista más detallada que nunca del proceso de formación de coronas. De esta forma, Montési y el resto de científicos pudieron concluir que las coronas habían estado en los últimos dos a tres millones de años, poco tiempo en términos geológicos.

En este sentido, el científico ha declarado que el grado de realismo mejorado en estos modelos con respecto a los últimos estudios "hace posible identificar varias etapas de evolución de la corona y definir las características geológicas presentes solo en las coronas actualmente activas".

La ubicación de las coronas activas en Venus proporciona información sobre las zonas en las que el planeta está más activo. Estos datos ayudarán a identificar las áreas donde colocar los instrumentos geológicos en las futuras misiones a Venus, que además son de vital importancia para determinar la habitabilidad del planeta. Según señala la geóloga Suzanne Smrekar, para averiguar los misterios de Venus es necesario “mirar bajo el capó porque es el motor geológico y atmosférico global”.

La NASA enviará a VERITAS en 2026

La NASA planea lanzar a VERITAS para obtener respuestas en torno a la composición de la superficie de Venus. En la última misión (1994), la instrumentación no pudo resolver muchas de las características de la superficie del planeta.

Gracias a los nuevos avances tecnológicos, VERITAS contará con un potente sistema de radar de última generación para crear mapas globales en 3D y de un espectrómetro de infrarrojo cercano para descubrir de qué está hecha la superficie.

En esta nueva misión también se podrá obtener las medidas del campos gravitacional del planeta para averiguar qué contiene en su interior. De esta forma, se obtendrán nuevas pistas sobre los procesos geológicos pasados y actuales del planeta, tanto de aquellos que tienen lugar en su interior como en el exterior.

EnVisión 2032: próxima misión europea a Venus

EnVisión es la misión orbital propuesta para 2032. Tiene como objetivo determinar el nivel y la naturaleza de la actividad geológica y la secuencia de eventos que establece las características de la superficie de Venus, según se explica su página web oficial.

De esta forma, se podrá evaluar si Venus tuvo alguna vez océanos y por lo tanto, si fue en algún momento hospitalario para la vida. La misión utilizará varias técnicas diferentes para investigar los procesos geológicos activos y medir los correspondientes cambios de temperatura.

Para ello enviará un Ariane 6.2 de Europa, que llegará a Venus después de un crucero de cinco meses. Gracias a ello se podrá realizar durante cuatro años mediciones con 5 instrumentos de vanguardia. La misión, que se encuentra en fase de estudio, será responsabilidad de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA contribuirá de forma significativa.