La NASA y la ESA están trabajando en un proyecto para intentar desviar en 2022 un asteroide de 160 metros de diámetro que gira alrededor de otra roca de 750 metros.

Este asteroide llamado Dimorphos pasará próximo a la Tierra, pero no supone una amenaza. De hecho, la agencia espacial estadounidense asegura que "no se conoce ningún asteroide que represente un riesgo de impacto en la Tierra en los próximos 100 años", según recoge la 'BBC'.

De hecho, por el momento el único asteroide que podría suponer un peligro para nuestro planeta es el 2009FD, pero tiene menos del 0,2% de probabilidades de chocar contra la Tierra y no se aproximaría hasta el año 2185.

A pesar de estos datos, los expertos de las agencias europea y estadounidense han optado por trabajar en un protocolo en lo que será la primera misión de 'defensa planetaria' para desviar la órbita de un asteroide.

Esta acción se llevará a cabo entre julio y septiembre del año 2022 y tiene por objetivo 'atentar' contra el asteroide Dimorphos. Se hará lanzando una nave para que se estrelle con esta roca y cambie su trayectoria.

Según ha explicado el astrónomo Andy Rivkin al citado medio, el objetivo es "cambiar la velocidad del objeto y su trayectoria en, quizás, un centímetro por segundo".

Esta misión se llevará a cabo con la nave DART, que puede viajar a 6,6 km por segundo y está equipada con dos paneles solares de 8,5 metros cada uno. Además, llevará consigo un satélite cúbico que se desprenderá de ella para capturar imágenes del impacto.