Un puñado de cáscaras de almendras es suficiente para crear esta ristra de baterías. Marcos González, investigador de la Universidad de Córdoba, explica cómo lo hacen: "Molemos las cáscaras de almendras y, con su polvo quemado, obtenemos el carbón".
Almudena y Marcos son los impulsores de esta investigación de la Universidad de Córdoba que ha encontrado en la cáscara de las almendras la materia prima más sostenible para las baterías de los coches.
"Hemos usado pipas, huesos de aguacate y distintos residuos y vimos que las cáscaras de almendras eran apropiadas para usarlas en este tipo de baterías", cuenta la investigadora Almudena Benítez.
A la sostenibilidad se le suma su alto rendimiento, tanto que este invento aumentaría la autonomía de los coches eléctricos en un 60%.
Cada vez se dan más casos de baterías que estallan o que se hinchan. Es por eso que las cáscaras de almendras, además de la sostenibilidad y el alto rendimiento, garantizan la seguridad.
Estas baterías permitirían, además, una carga mucho más rápida. Álvaro Caballero, profesor de la Universidad de Córdoba, afirma que su objetivo es "llegar a cargas no superiores a 10 o 15 minutos, que es el tiempo que se puede tardar normalmente en reportar un coche".
Con 4.000 hectáreas de cultivo en esta provincia, el almendro se ha convertido en el último año en la alternativa más rentable al tradicional cereal o al olivar. Y es que esta demostrado que de la almendra se puede aprovechar hasta su cáscara.