La Inteligencia Artificial también puede tener efectos en los niños, nativos digitales que pueden llegar a desarrollar vínculos afectivos con máquinas. En laSexta hablamos con expertos que alertan de que esta inteligencia está diseñada para crear dependencia emocional, lo que puede hacer que los niños tengan confusión a la hora de diferenciar lo artificial de lo real.

Izaro Assa de Amilibia, humanista y generadora de inteligencia colectiva, cree que este tipo de relaciones pueden hacer que el desarrollo de los niños podría ser "incompleto" o incluso "artificial". Al tener una respuesta para todo, se puede crear una "satisfacción de necesidades" que creen "una especie de vínculo", como añade la psicóloga educativa Belén González Larrea, alguien que "nunca te va a fallar", sentencia el investigador Jordi Vallverdú.

Esta interacción casi real parece pensada para seducir a los más pequeños y puede convertirse en todo un filón para las empresas. Crea una "grandísima dependencia", como detalla Vallverdú: "Los ciclos humanos tienen duraciones, franjas, flujos que las máquinas no tienen. Tus padres, aunque te quieran muchísimo, llega un momento que están cansados. Esto no me va a fallar nunca, a no ser que se vaya la luz".

La importancia de que los padres hagan ver a sus hijos los peligros de estos dispositivos es aún mayor, siendo los niños "personas en construcción", como recuerda Izaro Assa de Amilibia. Evitar que nuestros pequeños reemplacen la IA por la interacción social cara a cara es clave para su futuro.