Fisker sigue pensando en "un coche eléctrico para el pueblo". ¿Cuánto costaría?

Se ha hablado durante los últimos años de la democratización del vehículo eléctrico, con gran parte de la industria automotriz consciente de que los costes de desarrollo tanto de las respectivas plataformas, así como de las baterías, así como los gastos en materias primas y otros elementos han impedido que se produjeran los respectivos recortes acordes a las proyecciones de los gobiernos y de la Unión Europea. Esto ha llevado a que muchos usuarios simplemente ni siquiera se planteen una compra de este tipo de automóviles de no ser por las subvenciones.

Llegados a este punto, Fisker está buscando encontrar una forma para que el coche eléctrico pueda llegar a un público mayor. Esto no será a través del Fisker Ocean, su SUV alimentado baterías con el que también se espera que llegará a Europa. En este caso este movimiento de expansión se espera que venga relacionado con su siguiente lanzamiento, en este caso el Fisker Pear (siglas de Personal Electric Automotive Revolution), el cual debería llegar en 2024, compartiendo cartel con un sedán descapotable bautizado como Fisker Ronin GT.

El Pear no deja de ser un compacto eléctrico que en principio debería estar producido por el gigante taiwanés Foxconn, el cual recientemente acaba de adquirir un complejo industrial en el estado de Ohio, Estados Unidos, el cual previamente era propiedad de Lordstown. El dimensionamiento deberá ser el correcto, ya que ambas empresas prevén acercarse al cuarto de millón de unidades por año, e incluso se apunta a que también tendrá la carga extra de ensamblar camionetas eléctricas para los anteriores propietarios de las instalaciones.

Quizás lo que más importa es el precio que se espera de salida para el Pear, ya que el propio Henrik Fisker lo ha valorado como todo un elemento “revolucionario” dentro del mercado y de la industria automotriz. En Estados Unidos ya se ha situado su precio de salida y con la configuración de acceso de gama en unos 29.900 dólares, lo que más o menos en el cambio actual nos llevaría a pensar en algo más de 28.000 euros.

Habrá que esperar algunas semanas para terminar de conocer al 100% este crossover compacto eléctrico, ya que entre los últimos teasers han variado sus formas, con una carrocería que contará con 4,5 metros de longitud y un diseño inspirado en las cabinas de los aviones. Las ópticas delanteras son muy estrechas, asociadas a esa pequeña fascia delantera donde se puede ver el nombre del vehículo. Es inevitable encontrar reminiscencias del Fisker Ocean, por lo que no nos debemos extrañar que llegue a recibir ese apelativo cariñoso de mini-Ocean en el futuro. Al igual que el SUV, se ha dejado muy poco voladizo a ambos lados, maximizando el espacio para los ocupantes.

“Un vehículo eléctrico por debajo de $29,900 y ¡revolucionario! Actualmente estamos trabajando a toda velocidad para redefinir cómo hacer un automóvil económico. Reducir piezas, hacerlas más simples. ¡Agregando tecnología y características únicas para reemplazar lo tradicional! Espero que mostremos un prototipo de Pear antes de lo que dije originalmente”, esto es lo que reconocía en redes sociales el propio Henrik Fisker.