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Dormir en el coche es muy habitual, pero si no lo haces conforme a la ley, puedes llevarte una multa de regalo

¿Sabes cuándo dormir en el coche puede suponerte una multa?

Dormir en el coche es normal y cotidiano para muchas personas, pero hacerlo sin arreglo a la ley puede ser motivo de una multa muy cuantiosa

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Dormir en el coche no es nada malo, nada de lo que avergonzarse. Es más, en ocasiones es más que recomendable, sobre todo si estamos realizando un largo viaje por carretera y necesitamos descansar. Un rato de sueño, darse una cabezada, es una de las mejores decisiones que puedes tomar si quieres recargar de energía a tu organismo. Sin embargo, dormir en el coche puede convertirse en una pesadilla si no lo hacemos de forma correcta.

El espacio interior de nuestro coche es, valga la redundancia, nuestro, privado. De esta manera, nadie, ni siquiera las autoridades, pueden impedirnos dormir en su interior siempre que lo hagamos de forma correcta, sin saltarnos la ley...porque sí, nos podemos saltar la ley si no dormimos en nuestro coche conforme a una serie de normas. Y es que el principal motivo por el que nos pueden sancionar cuando dormimos en nuestro coche no es por el hecho de dormir, sino por estar acampados en lugar de estacionados.

Si hemos estacionado de forma correcta, podemos dormir, comer o escuchar música sin ningún tipo de problema dentro de nuestro coche, pero si hemos acampado, podemos meternos en un lío. ¿Qué diferencia hay entre estacionar nuestro vehículo y acampar? Son diferencias sutiles pero que pueden marcar la diferencia entre hacer las cosas de forma legal o recibir una sanción económica que puede alcanzar hasta los 5.000€.

Nuestro vehículo debe estar en contacto con el asfalto únicamente por sus ruedas, sin ningún elemento externo. Además, tampoco está permitido que ningún elemento se salga de las dimensiones marcadas en la ficha técnica del vehículo, de forma que no podremos extender un toldo, sacar un mueble (una silla, por ejemplo) o abrir una puerta/ventana que lo haga hacia el exterior. El otro punto clave es el de las emisiones: un vehículo estacionado no puede emitir ningún tipo de sonido más allá del propio de su mecánica, ni tampoco puede arrojar ningún tipo de fluido al exterior.

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