Los fabricantes advierten: algunos aditivos en la gasolina pueden provocar averías en el motor

El combustible que utilizamos en nuestros coches es, evidentemente, una parte fundamental del círculo que comprende la utilización de un vehículo: al fin y al cabo, la calidad de éste componente es básica para que nuestros vehículos puedan circular correctamente. Por eso, en todas las gasolineras de nuestro país encontramos carburante con un mínimo de calidad, certificada por diversas normas de índole estatal.

Sin embargo, la llegada del estado de alarma ha cambiado muchas cosas: no nos referimos, evidentemente, a la calidad del producto, que sigue siendo más que buena, sino al uso de los carburantes. La entrada en funcionamiento del estado de alarma ha hecho que la demanda de carburantes haya caído de forma estrepitosa, de manera que los descensos alcanzan en algunos casos el 90% respecto a meses anteriores.

Esto redunda en una acumulación de combustibles ya no en las gasolineras, sino en las centrales, que pueden suponer un problema para nuestros coches. ¿Por qué? VER VÍDEO DE ARRIBA.

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El estado de alarma ha hecho que la mayoría de nosotros dejemos de salir de casa para nada que no sea estrictamente imprescindible, lo que implica que millones de vehículos llevan parados casi un mes, sin visos de ponerse en funcionamiento en las próximas semanas. ¿Qué consecuencias tiene ésto para las mecánicas? ¿Puede el paso del tiempo y la inactividad provocar problemas en fluidos como el diésel, la gasolina o el aceite lubricante?

Lo primero que debes saber es que el hecho de un vehículo esté parado un mes no debería suponer ningún problema para su mecánica siempre y cuando ésta se encuentre en buen estado.